MÉRIDA
20.11.09 - 00:09 -
«Esto no se puede permitir, es horroroso». Con estas palabras califican los miembros de la Asociación Extremeña para la Defensa de Afectados por el Ruido (AEDAR) la situación que cada día soportan los vecinos de la calle John Lennon y alrededores.
Según el Decreto Ley por el que se reglamentan los ruidos y vibraciones, el límite máximo de decibelios (dB) permitido por la noche en los locales residenciales, es de 30 decibelios. El mismo decreto recoge que se causará un grave daño a la salud pública cuando esa cifra sea superior o igual a seis dB. Sin embargo, en las casas cercanas a un conocido pub de la ciudad, 'La Claca', el nivel de ruido durante las noches de los fines de semana y los días festivos alcanza los 42 dB. Un ruido que se hace insoportable para los vecinos que viven en la zona. Unas 70 personas conviven cada día con este exceso de decibelios.
Exceso de ruido
Varias mediciones oficiales confirman que el ruido es superior al permitido. El pasado ocho de noviembre, el Seprona, comprobó que en las casas se registran niveles de ruido superiores a 40 dB. También técnicos de la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento han podido corroborar este hecho.
La situación ha llegado a tal punto que, según AEDAR, una familia se ha visto obligada a abandonar su domicilio. El alcalde de Mérida, Ángel Calle, ya se ha reunido con los vecinos afectados para intentar poner solución a este problema. Pero para los vecinos sólo hay una única solución: el cierre del local. La Ley concede un espacio de tiempo para que los propietarios del pub puedan realizar obras de insonorización y acondicionar su negocio para que no moleste a los vecinos. Unas obras que facilitarían la convivencia entre ambos.
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